Cala de los Toros
Muy cerca del inicio se encuentra un lugar con formaciones naturales únicas y un oasis donde el agua está presente con una vegetación exuberante, como palmeras, tarays y pinos. Al final del barranco se abre a una cala de guijarros y arena.

Barranco del Negro
Caracterizado por su valle encajado y rodeado de cerros de hasta 300 metros. Curiosas oquedades en las rocas que forman pequeños abrevaderos naturales, utilizados por aves y otros animales. Sorprenden los pinos carrascos en un pequeño núcleo relisto, nos cuentan las formaciones boscosas que existieron en otras épocas.

Cortijo de La Rellana
Un antiguo cortijo con elementos arquitectónicos característicos, sorprende las tres viviendas sin terminar de construir y totalmente abandonadas que tienen unas vistas panorámicas del valle de Rodalquilar y la costa.

Radar Meteorológico de Peñones
Ubicado en el Cerro Peñones, el radar meteorológico ofrece una impresionante vista de la Majada Redonda y del Collado de las Presillas Altas, en el mismo camino se encuentra la caseta de vigilancia contra incendios.

Cortijo Requena
Cortijo tradicional, con un aljibe rectangular, corrales y pozos de agua, utilizado principalmente para la ganadería de ovejas y cabras.

Cortijo del Fraile
Final del sendero (cruce entre Los Albaricoques y Rodalquilar) apenas un kilómetro más adelante se encuentra el Cortijo del Fraile, joya de la arquitectura tradicional almeriense, donde acontecieron los hechos que inspiraron a Federico García Lorca para escribir Bodas de Sangre.

Predominan el palmito, matagallos y esparto, Destacan especies singulares como orquídeas y candilillo, también aparecen lentiscos y acebuches a lo largo del sendero, un pequeño pinar relicto en la cabecera del barranco termina con la subida a las Rellanas donde espigas, bojas y tomillos son batidos por el viento.

En el recorrido es común encontrar huellas de jabalí, o de cabra montesa, que desde hace unos años a colonizado la zona, también las aves tienen relevancia, aprovechan los abrevaderos (cocones) naturales formados en las rocas: perdiz roja, alcaraván o búho real. Reptiles como la culebra de herradura tienen en las umbrías su refugio.

El sendero ofrece una visión de los modos de vida antiguos, a través de las terrazas de cultivo abandonadas y construcciones tradicionales, aljibes y pozos de agua, corrales para el ganado que trashumaban. Estos vestigios culturales dan cuenta del aprovechamiento histórico del entorno natural por las comunidades que habitaron la zona, adaptándose a un terreno árido. La visita al radar meteorológico y al cortijo Requena también resalta la intervención humana moderna en la zona.

Viniendo de Rodalquilar hacia el sur por la carretera AL-4200 y a unos seiscientos metros antes de llegar a la desviación a La Isleta del Moro, se atraviesa el barranco del Negro, lugar donde se inicia el sendero.

Hay un aparcamiento habilitado cerca del inicio al lado de la carretera que da acceso también para bajar a la Cala de los Toros.