Agua Amarga
Encantadora y tranquila aldea marinera. Sus habitantes, menos de 300, siempre han vivido del Mediterráneo. En el cerro que la refugia se pueden ver las ruinas del viejo cargadero donde, se embarcaba el mineral procedente de las minas de Lucainena de las Torres.
Las enrevesadas y estrechas calles de Agua Amarga están salpicadas de artesanía y viandantes. Su minúscula plaza es un encantador enclave ideal para tomar un refrigerio.
Su costa goza de una transparencia sin igual. La Cala de Enmedio, a la que sólo se accede a pie, y la Cala del Plomo son dos áridos y escarpados paraísos sacados de un mundo surrealista.
En las proximidades de Agua Amarga, dirección Carboneras, al pasar la torre de Mesa Roldán y el faro, escondida entre la negrura de las abruptas montañas está la infinita Playa de Los Muertos, la última del Parque Natural. Su blanca arena y aguas turquesa nos hacen olvidar que aún seguimos en Almería. Antes de hacer “senderismo” hasta la playa el Mirador de Los Muertos nos muestra todo el panorama.